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EL MEDIO ES EL MUSEO. Museo MARCO. Vigo
20 junio – 21 septiembre 2008
COPRODUCCIÓN: MARCO, Museo de Arte Contemporánea de Vigo / Koldo Mitxelena Kulturunea, San Sebastián
COMISARIOS: Pablo Fanego y Pedro de Llano
ARTISTAS: 20
Lara Almarcegui (Zaragoza, 1972; vive y trabaja en Rotterdam, Holanda)
Monica Bonvicini (Venecia, Italia, 1965; vive y trabaja en Berlín, Alemania)
Arabella Campbell (Vancouver, Canadá, 1973; vive y trabaja en Vancouver)
Maria Eichhorn (Bamberg, Alemania, 1962; vive y trabaja en Berlín, Alemania)
Annika Eriksson (Sverige, Suecia, 1956; vive y trabaja en Berlín, Alemania)
Ceal Floyer (Karachi, Pakistán, 1968; vive y trabaja en Berlín, Alemania)
Andrea Fraser (Billings, Montana, EUA, 1965; vive y trabaja entre Nueva York y Los Angeles, EUA)
Luca Frei (Lugano, Suiza, 1976; vive y trabaja en Lund, Suecia)
Mario García Torres (Monclova, México, 1975; vive y trabaja en Los Angeles, EUA)
Felix Gonzalez-Torres (Güaimaro, Cuba, 1957 - Miami, EUA, 1996)
Lara Almarcegui (Zaragoza, 1972; vive y trabaja en Rotterdam, Holanda)
Monica Bonvicini (Venecia, Italia, 1965; vive y trabaja en Berlín, Alemania)
Arabella Campbell (Vancouver, Canadá, 1973; vive y trabaja en Vancouver)
Maria Eichhorn (Bamberg, Alemania, 1962; vive y trabaja en Berlín, Alemania)
Annika Eriksson (Sverige, Suecia, 1956; vive y trabaja en Berlín, Alemania)
Ceal Floyer (Karachi, Pakistán, 1968; vive y trabaja en Berlín, Alemania)
Andrea Fraser (Billings, Montana, EUA, 1965; vive y trabaja entre Nueva York y Los Angeles, EUA)
Luca Frei (Lugano, Suiza, 1976; vive y trabaja en Lund, Suecia)
Mario García Torres (Monclova, México, 1975; vive y trabaja en Los Angeles, EUA)
Felix Gonzalez-Torres (Güaimaro, Cuba, 1957 - Miami, EUA, 1996)
Jeppe Hein (Copenhague, Dinamarca, 1974; vive y trabaja entre Copenhague y Berlín, Alemania)
Louise Lawler (Bronxville, Nueva York, EUA, 1947; vive y trabaja en Nueva York)
Maider López (San Sebastián, 1975; vive y trabaja en San Sebastián)
Loreto Martínez Troncoso (Vigo, Pontevedra, 1978; vive y trabaja en París, Francia)
Roman Ondák (Zilina, Eslovaquia, 1966; vive y trabaja en Bratislava, Eslovaquia)
Sergio Prego (Fuenterrabía, 1969; vive y trabaja en Nueva York, EUA)
Karin Sander (Bensberg, Alemania, 1957; vive y trabaja en Berlín, Alemania)
Tino Sehgal (Londres, Reino Unido, 1976; vive y trabaja en Berlín, Alemania)
Sancho Silva (Lisboa, Portugal, 1973; vive y trabaja en Lisboa)
Thomas Struth (Geldern, Alemania, 1954; vive y trabaja en Düsseldorf, Alemania)
EL MEDIO ES EL MUSEO es un proyecto expositivo compuesto de diferentes tipos de trabajos que abordan el museo o la institución como soporte y referente de la obra de arte. Tomando como punto de partida los cambios en las funciones del museo, esta muestra reúne propuestas de veinte artistas que tienen en común su actitud hacia el museo, no sólo como contenedor o exhibidor de obras de arte, sino también como lugar de acción y experiencia, como ‘medio’, en relación directa con el espacio y el contexto en el que la obra tiene lugar. Producida conjuntamente por el MARCO de Vigo y el Koldo Mitxelena Kulturunea de San Sebastián, el proyecto incluye un buen número de obras producidas específicamente para cada una de las sedes.
SOBRE LOS COMISARIOS
Louise Lawler (Bronxville, Nueva York, EUA, 1947; vive y trabaja en Nueva York)
Maider López (San Sebastián, 1975; vive y trabaja en San Sebastián)
Loreto Martínez Troncoso (Vigo, Pontevedra, 1978; vive y trabaja en París, Francia)
Roman Ondák (Zilina, Eslovaquia, 1966; vive y trabaja en Bratislava, Eslovaquia)
Sergio Prego (Fuenterrabía, 1969; vive y trabaja en Nueva York, EUA)
Karin Sander (Bensberg, Alemania, 1957; vive y trabaja en Berlín, Alemania)
Tino Sehgal (Londres, Reino Unido, 1976; vive y trabaja en Berlín, Alemania)
Sancho Silva (Lisboa, Portugal, 1973; vive y trabaja en Lisboa)
Thomas Struth (Geldern, Alemania, 1954; vive y trabaja en Düsseldorf, Alemania)
EL MEDIO ES EL MUSEO es un proyecto expositivo compuesto de diferentes tipos de trabajos que abordan el museo o la institución como soporte y referente de la obra de arte. Tomando como punto de partida los cambios en las funciones del museo, esta muestra reúne propuestas de veinte artistas que tienen en común su actitud hacia el museo, no sólo como contenedor o exhibidor de obras de arte, sino también como lugar de acción y experiencia, como ‘medio’, en relación directa con el espacio y el contexto en el que la obra tiene lugar. Producida conjuntamente por el MARCO de Vigo y el Koldo Mitxelena Kulturunea de San Sebastián, el proyecto incluye un buen número de obras producidas específicamente para cada una de las sedes.
SOBRE LOS COMISARIOS
Pablo Fanego es comisario independiente de exposiciones. Licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Vigo, sus iniciativas más recientes han sido el proyecto de arte y espacio público A cidade interpretada, en Santiago de Compostela, con la participación de los artistas Nathan Coley, Hans Schabus, Roman Ondák, Jorge Barbi, Germaine Kruip, Apolonija Sustersic, Carme Nogueira y André Guedes, y la exposición individual de Alicia Framis, Secret Strike, en el CGAC, Santiago de Compostela. Su trayectoria profesional anterior está sobre todo vinculada a la Fundación Luis Seoane de A Coruña. En este centro dirigió proyectos expositivos y editoriales como Trompe-la-memóire. Historia e visualidade, A construción do espectador o How soon is now? También organizó diversos talleres y actividades relacionados con el arte contemporáneo, como las jornadas Deseño das pasaxes ou Estruturas sen poder, realizadas con la participación de la UIMP. En la actualidad prepara dos proyectos individuales con los artistas Ibon Aranberri y Hans Schabus.
Pedro de Llano, licenciado en historia del arte por la Universidad de Santiago de Compostela, actualmente prepara la lectura de su tesis doctoral en la USC sobre la crítica materialista de Clement Greenberg a partir de una investigación desarrollada en el Getty Research Institute de Los Ángeles. Participa en varios proyectos de investigación de la USC sobre las relaciones entre industria cultural y paisaje urbano, y colabora en el máster de Arte Contemporáneo de la USC. Co-editor del libro En tiempo real: El arte mientras tiene lugar (Fundación Luis Seoane, A Coruña, 2001) junto a Xosé Lois Gutiérrez, fue también asesor de documentación en la exposición A creación do necesario (MARCO, Vigo, 2004) y editor de Wrong Site: Arte y globalización (Fundación Luis Seoane, 2008). Es colaborador de las revistas Exit Express, Afterall online, y del suplemento Cultura/s de La Vanguardia. Recientemente ha publicado textos sobre los artistas Tino Sehgal, Dan Graham, Fernando José Pereira, Hans Schabus, Vicente Blanco y José Carlos Teixeira.
SÍNTESIS DEL PROYECTO EXPOSITIVO
EL MEDIO ES EL MUSEO es un proyecto expositivo compuesto de diferentes tipos de trabajos que abordan el museo o la institución como soporte y referente de las obras de arte. En la base de este proyecto están los cambios que han tenido lugar —especialmente en los últimos quince años— en las funciones y en el propio concepto de museo, pero también en la actitud de los artistas, en los usos sociales y formas de comportamiento, y en las contaminaciones entre diversas disciplinas artísticas. La intención de los comisarios es pensar sobre el museo entendido como medio y material, y como un sistema de convenciones establecidas históricamente.
La muestra reúne propuestas de veinte artistas que tienen en común su actitud hacia el museo, no como contenedor o exhibidor de obras de arte, sino como lugar de acción y experiencia, como ‘medio’, en relación directa con el espacio y el contexto en el que la obra tiene lugar. A la hora de seleccionar las obras y de invitar a estos artistas a trabajar en el contexto específico del MARCO, y en la ciudad de Vigo, se refuerza la intención de concebir el museo como lugar de proyección de uno mismo. No es casualidad que todas las piezas presentes en esta muestra tengan que ver con la escala humana, con la corporeidad, con el encuentro y relación de la persona —sea el artista o el espectador— con el espacio en el que se ubica la obra. De los proyectos expositivos realizados en el MARCO, es quizá el que supone una mayor intervención sobre el lugar —con obras que modifican, reconstruyen o reinterpretan los espacios interiores— y sin embargo, nunca había sido tan visible la estructura original del edificio.
La exposición se ha concebido necesariamente a partir de un número de obras específicas realizadas para cada una de las sedes —el MARCO de Vigo y el Koldo Mitxelena de San Sebastián— y una serie de piezas comunes adaptadas a los espacios de ambos museos. En cada lugar y momento, el espacio arquitectónico, el funcionamiento cotidiano de la institución o el contexto social en el que se inserta, actúan como los elementos significativos del contenido de la exposición. Es decir, se ha desnudado al máximo el museo, de manera que es éste, como ‘soporte’, lo que se exhibe: el espacio resulta así dimensionado, especificado e interpretado en su totalidad a través de las acciones de los artistas y de la participación del público. De este modo, el museo se percibe no sólo como un lugar de instrucción o educativo, según la definición decimonónica, sino también como un entorno destinado a estimular la actitud ‘performativa’ de los espectadores a través del cuestionamiento del amplio catálogo de rutinas sociales que tienen lugar entre sus muros.
Entre los nuevos proyectos realizados para la primera sede de la exposición se encuentran obras de Arabella Campbell, Maria Eichhorn, Maider López, Loreto Martínez Troncoso, Roman Ondák, Sergio Prego y Sancho Silva, que se relacionan con cuestiones como la historia de la antigua prisión en la que se ubica el MARCO, el carácter de la sociedad viguesa, la arquitectura del museo y su exterior, o los protocolos de comportamiento del espectador-usuario dentro del mismo. Junto a estas intervenciones, la exposición se completa con trabajos que han funcionado antes en otros contextos y han sido readaptados a los espacios de Vigo y San Sebastián, como los de Lara Almarcegui, Monica Bonvicini, Annika Eriksson, Ceal Floyer, Andrea Fraser, Luca Frei, Mario García Torres, Felix Gonzalez-Torres, Jeppe Hein, Louise Lawler, Karin Sander, Tino Sehgal y Thomas Struth. En su gran mayoría, se trata de artistas que se formaron o iniciaron su práctica artística entre los años noventa y la presente década, pero se han querido incluir asimismo algunos autores (Fraser, Gonzalez-Torres, Lawler, Struth) que, por su actitud frente a las mencionadas transformaciones, han tenido una importante influencia en desarrollos artísticos posteriores.
TEXTO DE LOS COMISARIOS
“¿Cuál es la función del museo en la cultura contemporánea? Hasta hace poco tiempo, la definición del museo estaba claramente delimitada. Basta con remontarse a los estatutos del Consejo Internacional de Museos de 1974, donde son descritos como ‘instituciones permanentes, sin finalidad lucrativa, al servicio de la sociedad y su desarrollo, que adquieren, conservan, investigan y exhiben testimonios materiales del hombre y su entorno para la educación del público que lo visita’.
Sin embargo, las funciones del museo se han visto recientemente alteradas de forma drástica, hasta el punto de que a veces se habla de su ‘crisis’. En efecto, en el tránsito a la década de los noventa, e influidos por diversos factores como el progresivo afianzamiento de la economía de servicios o la espectacular introducción de las nuevas tecnologías, los museos, así como otro tipo de instituciones artísticas, han visto aumentar sus tareas. En la actualidad, además de coleccionar y exhibir obras de arte, tienen que ser lugares de encuentro, restaurantes, librerías y hasta pasarelas de moda. Los museos pueden servir además como recursos para el marketing de las ciudades a nivel global, para la construcción de una identidad nacional o para la especulación inmobiliaria.
Sin duda todos estos procesos indican que las funciones del museo van, hoy en día, mucho más allá de lo meramente artístico. Ya sea bajo criterios puramente económicos, o desde una vinculación más estrecha con la sociedad y con la historia, parece claro que han perdido su tradicional autonomía y se han convertido en instituciones centrales de las sociedades contemporáneas. Lejos de la interesada neutralidad que les atribuyó la historia del arte moderno, los museos son ahora herramientas estratégicas que dan lugar a pugnas inéditas para obtener su control. En este contexto, el museo se habría convertido en el edificio emblemático del siglo XXI, al igual que lo fueron las catedrales en la Edad Media. Se podría afirmar, incluso, que es la sede simbólica de la ‘industria cultural’ y un punto de referencia clave en el urbanismo contemporáneo. El museo Guggenheim de Bilbao, inaugurado en 1997, es con toda seguridad el paradigma de una tendencia que después han seguido otras instituciones como la Tate Modern de Londres o el MUSAC de León, por citar sólo algunos ejemplos próximos.
Como no podía ser de otra manera, los artistas han interpretado y reaccionado críticamente ante estos procesos, muchas veces anticipándose a ellos. Si el cuadro de caballete fue el objeto artístico por excelencia de la sociedad burguesa, y representaba sus valores individualistas a través de la unicidad, la abstracción y su capacidad para el intercambio en el mercado, en las actuales democracias capitalistas es la propia institución artística, en su conjunto, la que en muchas ocasiones reproduce —como soporte mismo de la obra de arte— valores alternativos designados por la participación de las audiencias, por la importancia de lo colectivo o por la influencia del contexto, dando lugar a obras que incorporan el espacio, tanto física como conceptualmente, como elemento esencial de su identidad. Quiere esto decir que la supuesta ‘crisis’ del museo no es sino la renovación de su dimensión representativa, al integrar en su funcionamiento los presupuestos y antagonismos básicos de la vida social contemporánea y mostrarse así como un ‘espacio público’ privilegiado, como un ámbito en continua transformación que, además de cumplir con su función de archivo, puede hacer de espejo del presente y de la comunidad que le da uso.
En estas circunstancias, la exposición EL MEDIO ES EL MUSEO está dedicada a explorar las diferentes formas a través de las cuales los artistas se han relacionado con las instituciones desde principios de los años noventa, un momento clave en su historia reciente. Tratando de investigar y confrontar procesos complementarios en el ámbito artístico y en la sociedad —como el resurgimiento de las prácticas performativas y contextuales herederas del arte conceptual y de la crítica institucional de los setenta, junto al auge de la arquitectura de museos, la mutación progresiva del espacio urbano, la consolidación de una economía ‘inmaterial’ o el optimismo del mercado frente el malestar de lo público— la intención de este proyecto es reflexionar sobre el museo entendido como medio y material, pero también como un sistema de convenciones históricamente establecidas en un lenguaje concreto, con el objetivo de mostrar cómo las acciones formales e ideológicas de los artistas en el mismo interpretan y cuestionan las nuevas condiciones dando lugar a importantes cambios.
Más allá del estrecho criterio numérico y de los ‘fines’ extra-artísticos a los que muchas veces se les reduce, lo que nos indica este tipo de trabajos especialmente atentos al marco en el que tienen lugar es que los museos pueden ser ‘medios’ que desborden el ámbito de lo artístico para abrirse a debates culturales e históricos mucho más amplios. En este sentido, podría decirse que los artistas ya no perciben el museo como un ‘enemigo’, como sucedía en ciertos momentos de las vanguardias, sino como un espacio singular que condensa y refleja los hábitos y modos de producción vigentes de manera simbólica, y desde el que es posible intervenir activamente para plantear visiones distintas de la sociedad. Visiones, por supuesto, que se inspiran en el pasado con el fin de comprender nuestro presente a través de la memoria. Se trataría, en otras palabras, del tránsito de una actitud de oposición a otra de dialéctica con el museo, en la que la crítica interna —o ‘deconstructiva’— es esencial para evitar tanto la falsa conciencia como el populismo. Es así, por tanto, como el museo deviene en medio. Un medio que, como sucedió históricamente con otros soportes, no deja de ser un instrumento contingente y con fecha de caducidad a través del que representar y cuestionar la realidad según las condiciones del presente”.
Pablo Fanego y Pedro de Llano
Comisarios de la exposición
ITINERANCIA
MARCO, Museo de Arte Contemporánea de Vigo: del 20.06.08 al 21.09.08
Koldo Mitxelena Kulturunea, San Sebastián: del 23.10.08 a 03.01.09