Paradas
Por Fátima García
Regreso de Cuenca, cambiando recuerdos con flash de luz auxiliar y del volver a un Madrid sin paradas. Me paro y siento pisar una descarga aún humeante y maloliente, pegada a mi suela y quiero quitarla,
limpiarla, pero no puedo, no esta seca, es reciente. No importa, dicen que estas clases de descargas, una vez que las pisas, traen suerte.
De una ciudad a otra de un mundo creado y vivido. Yo conozco Cuenca de tres visitas y con esta cuatro, alguna entre borrachos con fondo de tambor perpetuamente acompasado y con ánimo de confesar mis pecados.
Siempre, en Cuenca, he parado delante de una puerta de una casa colgada, una puerta embrujada, abierta a un abismo de ensueño creativo: el Museo de Arte Abstracto. Allí me encontré con mi pasado de estudiante universitaria y con un anhelo creador que aún permanece y siento cuando traspaso esa puerta, la puerta de cualquier museo de arte, de cualquier feria o exposición, pero pronto pude devolverme al día de hoy con la obra de Gary Hill, en la exposición Imágenes de Luz, con obras de la colección Kunstmuseum Wolfsburg. Es una exposición que permanecerá hasta el 9 de abril, basada en vídeos e instalaciones realizadas entre los años 1977 y 2002, son obras que nos impulsan a cuestionarnos nuestra propia realidad, de ahí mi prematura vuelta a la realidad actual propia y ajena intentando reconocerme en ambas.
En el camino de vuelta esta la presencia de un temor, el que me impide separar lo creado y lo pagado o ¿debería decir bien pagado?. Parece que el arte es objeto de comercio y del comercio es esclavo... y lo es. Y quien paga es quien lo crea, porque en esto como en todo el dinero es lo que manda. Esa era la carga maloliente que se me había pegado y de la que no logro desprenderme, ni yo ni nadie.
Mientras, en el camino hay seres de todas las especies, seres creados y creativos, descerebrados, anodinos, desenfadados, reservados y pulcros, estudiosos y pensados, voluptuosos e irreverentes, determinantes, personajes invisibles y otros que se dejan ver demasiado, pomposos y exagerados, algunos paseantes, inadvertidos, pero verdaderos observadores comprometidos, pero todos, todos pendientes del mercado, de lo que hoy puede o no vender.
Sin embargo, en todo ello hay algo que me obliga a tener fe en la creación como tal y que despierta la pasión por un encuentro infinito entre lo que se es y lo que se desea ser, es la otra parte del juego, el peón ensombrecido por la figura del rey. Pero lo difícil es establecer el reinado, si debe ser justo y para quién y en que medida.
Hay un pedestal en lo alto de la cumbre, pero es un pedestal enorme-cuesta superarlo-, en la atalaya el trono y en el trono un tesoro: un cofre con una sonrisa que despliega bondad, la bondad del ser admirado y humilde que es el verdadero rey de esta historia, súbdito de sus súbditos, entregado a la real virtud de lo humano y lo sublime: el artista por excelencia, que cree y deja creer, que imparte serenidad y refleja su figura en los que le rodean.
Me gustó no pensar en ARCO como la feria de las vanidades y pensar en la feria de la diversidad mas dispersa, tanto te entra por los ojos que crees ser una obra de arte más, confundida entre paneles y escarpias. Y quizá sea por ello que me gusta el Madrid de ahora, de este febrero pasado que en no muchos años se ha convertido tan inquieto en lo cultural y artístico y de este marzo que no por menos “ferial” deja de invitarme a la reflexión, reconociéndome a mi misma como una obra de arte, como Frida, de cuerpo entero, adornada para aparentar pero con el alma enfurecida y genuina, como parte del ser creador y del ser creado.
Madrid ARCO, Madrid Abierto, Art Madrid. podríamos hablar de desmesurada creatividad o creatividad desaprovechada o quizá esperanzada y esperanzadora. Algunos de nosotros a ambos lados del río, espectadores y creadores a partes iguales o quizá bañándonos en esas aguas, bebiendo su sabor e intentado conservarlo en una botella recogida de un volquete lleno de escombros. Otros son los que llevan los remos de una embarcación con rumbo incesante en un viaje hacia nuestra misma esencia. Unos, más anárquicos, prefieren pasar de todo y quedarse en una simple actitud de amar, en la orilla, amando al otro transformado en su obra, en su creación, intentando conjugar versos con dardos.
Este viaje no es placentero, esta lleno de turbulencias, de obstáculos y vaivenes, pero se trata de una aventura a través de la exploración de una jungla muy particular, llena de colores y especies, de ritmos y culturas, de invitaciones secretas e inconfesables, de intentos y fracasos y ¿quién rechaza una aventura así?.
Aún mi suela está manchada pero prefiero ignoradlo y hacerme acreedora del secreto de amar y ser amado, porque en el fondo eso el arte.
El fluido pasa insomne, pienso que soy Desdy, en vigilia, suspirando por un misterio sin resolver y una fantasía hecha realidad, caricaturizada ante el semblante que parodia y profana lo más sagrado: mi yo.
Y en mi deseo imaginado me paro en un recuerdo: mi visita a ARCO 07.
En el espacio que tengo os hablo de tres instantes en ARCO, de un paseo entre más de 250 galerías extraigo no lo más destacado, pero si de los que más retengo en mi memoria:
Tropecé con un cocodrilo, enorme, con la boca cerrada, de color rosa. Al principio no quise detenerme, pero un niño fue el que me hizo mirar más, su risa y su admiración al ver que se trataba de un chicle gigantesco con forma de cocodrilo. Aquí fue el medio utilizado y su lenguaje quizá en principio inapropiado lo que me llamó la atención.
El color rosa se debía al material utilizado, chicle, chicle de fresa, un cocodrilo dispuesto a ser engullido, masticado una y otra vez y reconvertido en una masa con marcadas incisiones.
El título: COCODRILO, el Autor: Mauricio Savini.
Cerca del cocodrilo, una explicación o una facilidad, según queramos entenderlo. Mauricio Savini, italiano, nacido en 1969, nos comenta:
“Empecé a trabajar el chicle hace 5 años. El chicle me parecía un material más versátil comparado a los que se suele utilizar en las artes tradicionales, tal como la pintura.
Por su pertenencia a la cultura popular el chicle no tiene estatuto específico al interior del arte institucional, pero pienso que esta rehabilitado como una práctica artística y que puede adquirir por su expresividad una calidad y una dignidad que le son propias”.
Se trata del chicle institucionalizado, con una nueva identidad, la de una obra de arte.
Seguí mi paseo y había arte y artistas coreanos por todas partes, 14 galerías procedentes del continente asiático como eje emergente importante en el arte actual. Así que cómo no detenerme en el arte de una cultura tan lejana a la nuestra y con manifestaciones tan diversas. Me detuve en varias galerías, pero más en la Kukje Gallery, galería que desde 1882 desarrolla una importante andadura en el desarrollo del mercado artístico coreano y en la promoción de sus artistas fuera de Corea. Me pareció muy interesante el trabajo de Kwang-Young Chun: Aggregation 07, obra realizada en papel de morera, fabricado tradicionalmente en Corea. Se trata de hojas arrancadas de libros antiguos y enrolladas en forma de triángulos rellenos de goma espuma. La disyuntiva entre lo tradicional y lo moderno se refleja una vez más en esta obra, en el reflejo de una investigación de soportes y materiales que conforman volúmenes y espacios huecos en un paisaje de una estética trabajada meticulosamente.
El proyecto de Korea cómo país invitado fue diseñado por Jung-Wha Kim, directora del Museum Korea de Seúl. Quiero detenerme en Korea porque después de mi visita a ARCO coincido en lo atractivo de las propuestas sobre una nueva dimensión artística y por otro lado porque aún podemos continuar este paseo por un arte y cultura que nos dotan de una visibilidad proyectada desde un arte con importantes creaciones y continúo desarrollo. Un programa paralelo a ARCO, nos permite asistir a varias exposiciones y eventos culturales relacionadas con artistas coreanos enmarcadas dentro del proyecto “Corea Ahora”, entre las que cabe destacar la realizada en homenaje al artista fallecido Nam June Paik, considerado el padre del videoarte, titulada De lo fantástico a lo hiperreal.
Si estáis interesados en este programa cultural os remito a la siguiente dirección:
. Y mi tercera parada... Pasé cerca de “Petrushka´s Cry” o una historia de amor imposible, la de Petrushka por una bailarina, entes inorgánicos dotados de sentimiento y accionados a través de un motor variable – el espectador da cuerda a la bailarina -, juegan a un juego aprendido a través de historias contadas, escritas, leídas y vividas, es una instalación de Asa Unander-Scharin premio del público “Arte y Vida Artificial” de la Fundación Telefónica. En mi paseo me deje atraer por la obra del artista británico Damien Hirst, en una galería mexicana, la Galería Hilario Galguera, que viene a ARCO representando a México junto con otras tres galerías y se suma a las 25 galerías latinoamericanas que con las que ARCO 07 prestando especial atención a Brasil quiere reforzar el mercado del arte latino en Europa. Se trata de una instalación de grandes proporciones en la que este artista multidisciplinario nos quiere hacer reflexionar a través del arte - una mujer de más de 6 metros de altura, con los órganos vitales descubiertos - sobre el desplazamiento de la fe como crisis de religiones hacia la ciencia y la tecnología.
Pero mi paseo continúa y poco antes de despedirme de ARCO decido pararme en una instalación de la Galería Herrmann & Wagner de Berlín. Se titula Paperwork (papeleo) y se trata de una instalación realizada por dos hermanas gemelas rusas nacidas en 1973 que suelen colaborar mutuamente, María y Natalia Petschatnikov. Se trata de una instalación realizada principalmente con periódicos, hilos y bolsas de plástico, material efímero. Las bolsas de plástico actúan como metáfora de las moléculas y las células transmisoras de información y vivencias personales y subjetivas, los periódicos nos hablan de las noticias que cambian y desaparecen, que se olvidan y sólo son recordadas cuando nos persuaden para ello, son noticias escritas en español, idioma desconocido para María y Natalia y finalmente un hilo, el telefónico, que parte de un mismo teléfono público duplicado en recuerdo de un pasado reciente ya casi “obsoleto” unido a los espacios públicos, es una hilo que enlaza una conversación común entre dos figuras gemelas pero que se enreda entre moléculas y noticias destruyendo el entendimiento entre dos en un “clarificante” desorden comunicativo.
Termino de momento mi viaje no sin deciros que continúo mi paseo por el Madrid artístico y cultural como punto de partida hacia otros “lugares artísticos” virtuales, idílicos o físicos. Que viajaré a través del arte, a través de la obra de Nam June Paik, visitando la obra de artistas británicos en Echo Room. La Cámara del Eco, en la Sala Alcalá antes del 6 de mayo, a Máximo González y su Avión con frutas y verduras en Galería Travesía a Cuatro o la obra de Susy Gómez en la Galería Soledad Lorenzo, artista balear de reconocimiento internacional.
Es mi deseo haceros partícipes de mis viajes y mis encuentros con mi realidad y la vuestra en un esfuerzo de reconocernos sintiendo, pensando y conversando.